En
tiempo de desorden, todo es mucho más desordenado. Lejos de una vida de rutina,
de monotonía y cerca de mis rincones, de una parte de mi paz, de un desorden
incontrolable y cómo no de una felicidad inseparable.
Ya sabes que tienes que
"sufrir" y vivir esta "diferente experiencia", quizá
dolorosa, cómo lo que es, diferente, pero no te olvides, ni en los momentos más
débiles, de lo que en realidad tienes que valorar. La pena no es más que eso,
pena y como todo acabará pasando.
Una vez leí, que hay tres emociones
que es mejor dejar a un lado para poder vivir y disfrutar de tu presente. Dos
relacionadas con el pasado, ARREPENTIMIENTO y CULPA y una relacionada con el
futuro, PREOCUPACIÓN. Por mucho que te arrepientas, te culpes o te preocupes,
ni el pasado vas a cambiar ni el futuro vas a predecir o
"evitar".
Que nada sea en vano, que todo sirva
para aprender y seguir adelante.
Puedo decir, al menos lo que sé,
claramente es la parte que me toca, que la mentira está muy pero que muy lejos
de mi hoy en día. Reconozco aun así, que en un tiempo, un momento, un instante,
cómo quieras verlo, estuvo muy pero que muy cerca.
Cómo no podría ser menos, estoy
altamente agradecida ya que sin haber experimentado esa etapa, me alegro que
temprana, hoy no te podría contar esto.
De la forma más breve, para que me
entiendas y sin entrar en numerosos detalles.
En su momento no había razón alguna.
Te dejas llevar y crees que el dejarse llevar es lo correcto. Ahora lo
entiendo, todos nos equivocamos, todos cometemos errores con el fin de aprender
de ellos. Lo único que algunos aprendemos y otros… pues no del todo.
La cuestión es, que yo he mentido y
mentí, cosa que he sabido con los años, por falta de valentía, de una personalidad
estable, de una fidelidad incondicional a mi persona y en fin por una falta
indudable de crecimiento personal, al que lógicamente aún no le había llegado
su momento y en mi caso, esta situación formaría parte de él.
En resumidas cuentas si hay algo que
he aprendido de este concepto, ni bueno ni malo, o tan bueno o tan malo como
quieras verlo, es que no se lo haces a nadie, que no mientes a nadie, ni nadie
te miente a ti. Te mientes a ti mismo y se miente a sí mismo.
Tú no tienes la “culpa”, exceptuando algunos casos, aunque si te pones a
matizar sobre la mentira podría estar aquí mucho tiempo, mentira piadosa,
mentir sin mentira, ocultar información…tan relativo como quieras. Pero bueno
lo que te decía, después de experimentar el engañar y el ser engañada, ser sin
duda consecuente y CONSECUENTE, superarlo y seguir mi camino, llegué a la
conclusión de que la persona que decide mentir, lo ha decidido por alguna razón
que yo desconozco, pero que sin duda alguna razón de la cual yo no me voy a
responsabilizar. Allá cada uno con su decisión.
No te olvides que la persona que está
siendo “víctima” de una persona que miente, en su gran mayoría y por su bien,
“le dura un rato” y el que decide mentir porque no tiene la valentía, la
personalidad o se ve lleno de razones para hacerlo, carga con ello toda su
vida.
Luego está el aprendizaje de saber
diferenciar, un “me está engañando, que horror, como puede ser capaz de hacerme
ésto” con un: “se está engañando a él/ella” pobrecito/a.
Yo sé, que nunca más seré “infiel” a
mi persona. Yo sé, que quiero rodearme siempre de gente fiel a sí misma. Yo sé,
que “mentir” no entra en mis planes de vida.
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