Levente mi mirada y seguí, seguí…
Las palabras que expulsaba ya no me dolían más solo me hacían
caminar con pasos enormes
Si era mi ángel, era yo resucitando de nuevo, liberándome del
infierno y alcanzando la paz, paz plena…
Recuerdos volando en mi mente y voces con gritos fuertes torturándome
pero yo con la cabeza en alto reía al extremo que mis lágrimas salían de alegría
y no por tristeza.
Tuve un sueño que revelo mis dudas y esas dudas las
aclaraste hoy con palabras frías como esta temporada, Camine elegante hacía el altar y tú estabas
entrando al túnel de la soledad.
Torbellino de confusiones, tienes que leer cerrando los ojos
e imaginarte cada palabra como la siento yo, hemos volado muy alto y ahora no
importa nada más.
Rabia, confusión, dejaste marcada en mi alma por siempre,
creando impotencia porque olvidarte y maldiciendo tu nombre, porque con una te
invoque, con dos te resucite y con tres matare…
Mate cada suspiro con lágrimas sabor a sufrimiento,
parecidos al de tu boca o tal vez parecidos al sudor que brotaba tu frente
cuando hacíamos el amor.
Corre mi locura estallando en plena calle, descontrolada, atolondrada
fantasía de muchos menos de ti.
Libérame con tus palabras,
que sean más fuerte que nunca, para que rompas este lazo hecho por un ritual
bajo la luna llena con velas rosas que reflejaban mi amor sobre tu almohada.