Dulce veneno de recuerdos explosivos, dolores que adormecen
mi alma y angustias que me estallan, mi mente me trastorna no aguanto mi furia,
quiero gritar y golpear a quien se me aparezca, sobre todo si se parecen a él,
tu caída es fúnebre, la mía es similar, penurias, mi llanto no para y es así
como deseo no extrañarte más…
La luna llena refleja mis ojos saltones, rabiosos,
asustados, angustiados, la ira es el remedio que deseo dejar, andas caminando
de la mano de aquella mujer con cabello largo, muy bien parecida pero jamás a
mi altura, nunca tan delicada como mi voz, nunca mejor como yo, ahí vas desfilando tus ganas de amar sin
amarte primero, quisiera decirte que me dejes en paz pero soy yo la que no deja
caminar ni mucho menos hablar.
Respiras apresurado atrás de sus cabellos, olfateando su
aroma y tratando de recordarme con los ojos cerrados, borras lo pasado sellando
con un beso a tu nueva amante, no son iguales a los míos pero ahí estas tú dando
el beso apasionado que solías darme los viernes por las noches antes de hacerme
el amor, vuelas muy alto desplazando en sus brazos y olvidando mi figura, ahí
estas tú recordándome mientras la haces tuya.
Impotencia segura, como es que dejamos pasar el tiempo, como
dejamos llevar lo imposible, como transformamos lo tormentoso en algo pasional,
como dependemos de amarnos, como te amo a pesar de tus traiciones, eh olvidado
el sabor de tus besos, no recuerdo más tu palpitación, vienes y vas, corres
mucho más, soplas otra espalda diferente y tu excitación apresurada no me
extraña más…
Caigo en mi desesperación, mis celos, mi locura que día a día
me gusta más, es diferente, no casual, pero no encajo con nadie más, eh
decidido guardar mis ataduras y recorrer mis fantasías muy fuera de esta
ciudad, recorriendo gente nueva, donde ya no te pueda extrañar, donde quizás te
pueda olvidar.
Vuelas y vuelas, callas, me imaginas, pero no atinas, la
mente nos juega una mala pasada pero conmigo no se equivoca, yo te veo aunque
no lo creas, te siento aunque tú no me sientas y respiro tus miedos muy lejos
de ti o tan cerca, reconozco tus angustias y tus mentiras.
Ya no importa nada, anda no la dejes esperando, sigue
durmiendo a su lado, no la asustes con tus atolondradas costumbres, disfruta mientras puedas que mi
recuerdo ya no te atormentara, aprenderé a caminar sola, sin miedos, sin tus
problemas, sin angustias, con locura y firme ante esta decisión, no más juegos,
termina lo empezado, ya no te imagines cosas conmigo que tu lengua no reaccione
primero y olvida mi melodía enamorada que ya no volveré a estar ilusionada,
equivocada o malhumorada.
Buena suerte compañero de la vida, buena suerte que lo
necesitaras, no olvides nunca que aprenderás, aunque no quieras aceptar te eh
perdonado más no te pienso volver a enamorar…
Buena suerte compañero de la vida, mi vida, nuestra vida,
buena suerte...