viernes, 12 de diciembre de 2014

¡Y si esto no tiene sentido, Tu amor por mi tampoco!

Escuche al despertar el mensajero del altar, murmurando y golpeando mi ventana dejo una nota que
decía que estaba condenada, confundida, desesperada, no logre entender el porqué del mensaje, lo leí una y otra vez, una y otra vez. Imagine mi cuerpo rompiéndose en mil pedazos y mis piernas derritiéndose sobre la tierra, mis lágrimas abrazaron el mar y yo simplemente me iba como polvo acompañando al viento.
Los pajaritos gritaban desesperados la traición, las aves de mal agüero inventaban cada ocasión, mi amor seguía agonizando y yo sufriendo, ellas hicieron de mi alma habladurías y él se las tragaba sin poder soltar nada de lo que sentía.
Mi debilidad, mi perfecto amante, mi amor en llamas, mi delirio, mi vicio y mi constante regreso por sus brazos, perdida en su laberinto, enamorada de su imaginación, desterrada del inframundo solo por él.
Animal salvaje, sabio, desconfiado pero sobre todo amado, amado por mí, por mi alma,  por mi cuerpo, por mi ser en pleno vuelo. ¡No manchen mi nombre con sus calumnias, no jueguen conmigo!, gente de mal vivir maldiciéndome en mil idiomas y esperando que mi muerte llegue pronto, preocupadas por mi mala suerte y esperando mi derrota al despertar, tirándome piedras para que tropiece, ¡déjenme en paz!
Levántate, extendió una mano, mi señor me levanto el mentón, demuestra que eres superior a estos costales endemoniados por sus revelaciones en mi cielo, demuestra que puedes levantarte porque cuando te caigas yo seguiré contigo para levantarte y no pierdas la fe por mí.
Del amor no solo vive el hombre, aunque yo quisiera morir de amor por ti, el sonido del violín, la guitarra, el piano me transportan a ese salón amplio donde puedo saltar y bailar sin control , llorando y gritando mil veces mi furia, quiero sacar todo lo que llevo adentro pero siento que el sol no brillara de nuevo y que las estrellas se caerán al escuchar mi sufrimiento, la tierra se secara y yo pediré volver a renacer.