sábado, 15 de agosto de 2015

Llámalo amor o como tú gustes...

Hace mucho que no escribo para vos, hace mucho que ya no tengo ningún suspiro de amor por ti…
Hoy quería escribirte con todo el afecto que tengo, porque sabes muy bien que te amé.
Mi amor fue un poco alborotado, fue sincero y a la vez un poco dramático, pero fue AMOR.
Siempre te recordé, te llore en momentos que no debía llorarte y siempre te odie por dejarme sola cuando más te necesitaba, no queda tiempo para seguir quejándome de ti, no queda tiempo para seguir con este resentimiento que me hizo aprender que el amor no era así como lo sentía…
Quisiera no confesarte nada a estas alturas pero siempre odie tu forma tan mujeriega, tu forma fría de cómo supuestamente me querías y odiaba que te contradigas con tus sentimientos, quizás amaba que me dijeras que fui la mejor en tu vida placentera pero me hacía pensar que solo para eso yo era buena…
Había algo más bueno que solo entregarte mi cuerpo, pero creo que nunca supiste verlo…
Era amarte y entregar mi dedicación entera contigo.
Amaste a mil mujeres antes y después que yo, seguía firme a tu atolondrada forma de quererme hacerme tuya, tuve que acceder en varias ocasiones para no olvidarme de tu aroma y seguir plenamente con tu amor.
Pero el tiempo se me paralizo un día y me dijo que ya era suficiente aplastada de cabeza para seguir entregándote mi amor,  mi tiempo, por ni siquiera un abrazo y palabras claras cuando te veía o conversaba.
Ahora qué más da si tu inspiración no brotan mi nombre, escribes poemas pensando en un amor más, sufrida con este amor que me paralizo noches enteras pero que nunca me dejo de enseñar.
Me hizo más fuerte y resucitar del vacío que jamás pensaba resucitar.
Gracias por nada y a la vez por poco.
-


La intoxicación afectiva No es Amor 
La espera, el rechazo, la incertidumbre, la insistencia, el sufrimiento emocional, el sacrificio irracional, la frialdad...
El Amor no es morir lánguidamente, no es inevitable.
Muchas separaciones sirven para saber QUE NO QUEREMOS del Amor. 

Aprendí...

Sentados en esa terraza a la media noche, armando unos porros para contagiarnos de la alegría plena.
Coge su guitarra y empieza melodiosamente a tocar aquella canción que me estremece el cuerpo, su voz era un cántico de ángeles.
Cerraba los ojos y no me importaba nadie más, solo analizaba y veía la vida de otra forma…
Aquella vida que nos transforma en seres odiados o queridos, aquellos que se creen dueños de todo y a la vez de nada.
Que la vida que yo estaba presenciando era fuera de lujos, alejado de la basura diaria de gente desdichada que no comparte un solo pan con mil personas.
Gente que la ropa, los lujos se les hace más grande que un verdadero amor, gente que vive engañada por la estupidez  constante que genera en su cerebro por el maldito dinero.
Pobres desdichados.

El abrazo más sincero en toda mi vida fue de aquel joven tocando esa melodía.
Sentí el amor profundo y aquella paz plena que necesitaba mi vida para que mi corazón se abriera mucho más, no importaba nada solo seguir respirando aquel tabaco sabor a vainilla del chico de al lado.
Mi cuerpo estaba helado con este frio atroz en pleno invierno, no importaba la cobija, solo las risas idas y vueltas que nos dábamos a carcajadas en aquella terraza, que hermosa noche.
Vuelvo a respirar y a sentirme mil veces viva, no necesito nada más que seguir caminando sobre aquellas nubes muy cerquita del cielo, sentirme flotando con el corazón en paz, su amor puro me hacía sentirme completa, me amoldo y armo cada pedazo roto en todo mi cuerpo.
Estoy enamorada de ti, estoy completamente enamorada de tu alma, estoy contemplando tus ojos hermosos y estoy sintiéndote mi verdadero ángel.
Eres tan hermoso que no existe ninguna otra persona que pueda remplazar este único, léeme bien, ÚNICO amor en toda mi vida y que vida la mía.
Si dejara de suspirar por ti, si dejara de admirarte, nunca aprendería el sentido de la vida, de nuestras vidas!