lunes, 18 de mayo de 2015

Mil desvelos, un vicio...

Vino un recuerdo prohibido para quedarse conmigo.
Entonces llegaste a tocarme la mano, estaba helada y tus ojos color café decían lo mucho que me extrañaban.
Un gesto en tu rostro, mejillas rosadas y yo muy satisfecha de volver a verte.
Te reíste sin parar y me abrazaste lo más fuerte que podías, yo suspire.
Toque tu cabello pude mirarte fijamente y te bese callando el rencor y las penas que me habías dejado al marcharte.

Pude oler tu perfume, sentirte muy cerca de mí, quería estar contigo esa noche pero de pronto todo se hacía inalcanzable, fue ese recuerdo que no me dejaba tranquila, ese inquieto deseo de volver a tenerte.
Pude ponerme una bata y salir a contemplar la noche, fumaba un cigarrillo y hablaba con las estrellas de nuestro amor, ellas reflejaban el olvido sin ninguna explicación.
Una noche inquieta caminando sobre mi pasillo, cerrando los ojos y recordando que alguna vez estuvimos jugando rumbo a mi dormitorio, caricias y besos me hacían mucha falta esa noche…
Abrí mi armario y ahí estaba ese vestido de boda que nunca logre ponerme, con perlas y
 Brillantes como te gustaba, era perfecto, casi perfecto…
Quise volver a recordar y camine frente al espejo para simular aquel día que jamás llego, mis ojos no aguantaron más y bailaba al ritmo de una canción que tocaba mi mente, mis piernas cayeron y pude sentir esa dependencia por ti, por tu amor…
Aquella noche Larga…                          
Prendí mi computador y pude ver nuestras fotos, que felices éramos. Mi amor siempre sonriente, donde estarás ahora, pase una y otra vez las imágenes y pude darme cuenta que siempre fuiste tú el indicado.
No amé a nadie como te amé a ti.
Era muy tarde y yo invocando tu regreso, como me haces falta, mucha falta, cerraba los ojos y recordaba aquella fiesta familiar anunciando nuestro compromiso, estabas tan feliz, ese día fue el mejor día de mi vida.
Prendí otro cigarrillo y camine hacía donde te gustaba caminar para que yo te alcanzara y gritaras nuestro amor en plena madrugada, Me haces mucha falta.
Cierro los ojos y ahí estas tu nuevamente besándome, tocándome, abrazándome, ya no puedo llorar más, solo sé que nos volveremos encontrar  cuando mi sueño sea más profundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario