sábado, 26 de abril de 2014

Dulce Debilidad.

Quizás algún día recuerde todo lo hermoso que viví en tan poco tiempo, quizás estos recuerdos no se vayan de mi mente, quizás tenga grabado cada instante, momentos que la naturaleza me robo una sonrisa y el viento seco mis lágrimas, escribo frases largas y otras cortas, para no olvidar lo que realmente soy, un cuaderno nuevo con pocas páginas manchadas, sentada al medio del limbo viendo la vida pasar, los pajaritos me susurran mientras que las ramas me llaman para abrazarme y no dejarme ir sola por las calles de oscuridad, el viento me purifica cada paso que doy, la luna y las estrellas me acompañan mientras escribo cada insania.
Caminar horas tras horas para olvidar y sentir que el sentimiento aumenta cada día más, mi astucia me traiciona cuando digo que te olvide, como olvidar, si al recordar todo me viene a la mente engañando mi visión, viéndote con el reflejo de la luna, la tierra te levanta como si fueras el polvo que deje, robas mis sueños invadiendo cada rincón de mi cuerpo, deseos  que envenenan mi mente, ay dulce tentación de besarte…
Cada mañana es un nuevo reto, un nuevo desafío, tu voz quisiera escuchar dándome aliento para no flaquear en estos días de aborrecimiento, pero siempre tuviste la habilidad de evadir cada predilección, amor en vano.
El maligno invadió tu cuerpo haciéndote un ser infame, olvidando las caricias del ayer tan rápido como la corriente, no comprendes de sentimientos, cerrando cada explicación a nuestro afecto.
El divino traiciono mi mente una vez más, mis ojos sollozos lamentando lo ocurrido, mi corazón divido como los caminos sin escape.
 Tiempo al tiempo para esperar que esta idea no me tiene que condenar, ay vida mía el bumerán me atrapo en momentos de demencia, me domino haciendo todo acabar…me fui sin querer alejarme, mi vida es un torbellino de ideas sin ayuda, no sé cómo expresar todo lo que siento, quizás sentada cantando o quizás escribiendo todo este amor que Dios hizo despertar.

Soy un templo de amor grande que el afecto me invade cada vez que la chispa me despierta, ocasiones inevitables de contar, sueños que no quisiera despertar, vivo el amor como un verdadero sueño , sueños que ni el divino pudiera alcanzar.